Al comenzar algún emprendimiento profesional por nuestra cuenta puede ocurrir que aparezcan dudas, complicaciones y situaciones donde necesitemos que alguien capacitado nos oriente en el camino hacia nuestra meta. Ese es el objetivo de las “Caminatas de Mentoreo”, un evento que fomenta las redes de contacto entre mujeres profesionales y aspirantes que buscan asesoramiento en sus proyectos personales.
“El mentoreo es un vínculo formado por una profesional, que se destaca por su liderazgo emprendedor, y una aprendiz a la que se le brinda apoyo. Gracias a su experiencia, la mentora puede aconsejar y ayudar a otras mujeres a potenciar su proyecto y sortear los desafíos”, comentó Romina Soria, coordinadora de la organización Mujeres en Red, grupo encargado de las caminatas en la provincia.
El método de trabajo funciona de la siguiente manera: se conforma una dupla mentora-aprendiz para que ambas conversen durante la jornada sobre los desafíos y objetivos de su emprendimiento.
“Para la selección de parejas se asocian los perfiles de las participantes para relacionar a las mujeres con emprendimientos parecidos o que trabajen en la misma área temática. Estos diálogos permiten crear relaciones mutuamente beneficiosas entre las participantes y ser un pilar de ayuda para impulsar los proyectos de las aprendices”, detalló Romina.
Los encuentros ayudan a que las participantes puedan ver sus dones y obtener el impulso que necesitan para proyectarse y concretar sus proyectos teniendo el apoyo de otras profesionales capacitadas. “Yo tenía una empresa de desayunos y estaba comenzando mi empresa de catering. Cuando me asignaron a mi mentora coincidió en que era una de mis profesoras en la carrera de Organización de eventos”, contó Angélica Noemí Juárez, participante de las caminatas.
Su mentora fue Graciela Bolonini, dueña de una empresa de catering. “Gracias a su ayuda tome muchas decisiones importantes. Ella fue muy dura al marcarme cosas en las que estaba desorientada, me hablo con firmeza y animó a tomar decisiones”, especificó.
Por otra parte, Silvia Gramajo, participante de las charlas mensuales de Mujeres en Red, destacó que no existe una edad límite para completar tus objetivos: “la edad no debe ser un impedimento. Muchas veces las mujeres tenemos sueños pero la rutina y las responsabilidades diarias nos impiden tomarnos el tiempo para reflexionar hacia dónde queremos llegar y qué hacer con nuestras vidas”, recalcó. Silvia comenzó a los 45 años un proyecto para crear su propia bodega en San Pedro de Colalao y hoy en día
Este año, el evento se realizará el sábado 10 de marzo en el horario de 9 a 13. Lo importante es que las participantes encuentran un lugar donde sus dudas son resueltas y las experiencias personales de otras mujeres les sirven de impulso. “Angélica me contó su experiencia al empezar y me animó a que continúe en el proyecto, pude encontrar el espejo que necesitaba y ella también vio reflejado en mi sus comienzos”, finalizó Angélica.
Comenzar un emprendimiento por nuestra cuenta genera muchas dudas; seguramente surgirán también complicaciones y situaciones para las cuales necesitemos que alguien capacitado nos oriente en el camino hacia nuestra meta.
Hay muchas mujeres que lo saben, porque lo han vivido. Y algunas de ellas han decidido ayudar. Así nacieron las “Caminatas de mentoreo”, un evento que fomenta las redes de contacto entre mujeres (profesionales y aspirantes) que buscan asesoramiento.
“El mentoreo es un vínculo formado por una profesional, que se destaca por su liderazgo emprendedor, y una aprendiz a la que se le brinda apoyo. Gracias a su experiencia, la mentora puede aconsejar y ayudar a otras mujeres a potenciar su proyecto y a sortear los desafíos”, contó Romina Soria, coordinadora de la organización Mujeres en Red, el grupo que se encarga de las caminatas en la provincia. Durante los encuentros las duplas mentora-aprendiz conversan sobre los desafíos y los objetivos del emprendimiento.
Codo a codo
“Las parejas se arman a partir de los perfiles de las participantes, para relacionar mujeres con emprendimientos parecidos o de la misma área temática. Los diálogos permiten crear relaciones mutuamente beneficiosas y son un pilar para impulsar los proyectos de las aprendices”, detalló Romina. Los encuentros -explicó- ayudan a que las participantes puedan ver sus talentos (y también sus dificultades) y a obtener el impulso necesario para proyectarse, con el apoyo de profesionales capacitadas.
“Yo tenía una empresa de desayunos y estaba comenzando una de catering. Me asignaron como mentora a una de mis profesoras en la carrera de Organización de eventos”, contó Angélica Juárez, participante de las caminatas. Su mentora fue Graciela Bolognini, dueña de una importante empresa de catering de Tucumán.
“Gracias a su ayuda tomé muchas decisiones importantes. Ella fue muy estricta al marcarme cosas en las que estaba desorientada, me habló con firmeza y me animó a tomar decisiones”, agregó.
Silvia Gramajo, que también participa de las charlas mensuales de Mujeres en Red, destacó que no existe una edad límite para completar objetivos: “los años no deben ser un impedimento. Muchas veces las mujeres tenemos sueños, pero la rutina y las responsabilidades diarias nos impiden tomarnos el tiempo para reflexionar sobre adónde queremos llegar y qué hacer con nuestras vidas”, recalcó y contó que comenzó a los 45 años un proyecto para crear su propia bodega en San Pedro de Colalao.
Lo importante es que las participantes encuentran en las caminatas un lugar donde sus dudas son resueltas y las experiencias personales de otras mujeres les sirven de impulso.
“Graciela me contó su experiencia al empezar y me animó a que continuara en el proyecto; pude encontrar en ella el espejo que necesitaba y ella también vio reflejados en mí sus comienzos”, destacó Angélica.